Fue invisible por 8 años, pero sus ganas de vivir lo
impulsaron a revertir un escenario que parecía fatal.
Martin Pistorius era un niño normal hasta que a los 12 años
le diagnosticaron meningitis criptocócica. Su vida cambió y los
doctores no le dieron mucha esperanza a su familia. Sin embargo, Martin empezó
a despertar y tomar conciencia de lo que estaba pasando. Hoy en día
está casado, con un trabajo estable y una vida normal. Esta historia es
realmente increíble.
Martin creció en Sudáfrica a finales de los años 70.
Sus padres, Joan y Rodney Pistorius cuentan que su infancia fue
completamente normal. Pero, a los 12 años su vida dio un vuelco inesperado. Se
empezó a sentir enfermo, dormía todo el día y ya no comía nada.
A medida que pasaban los meses, su situación se empeoraba
cada vez más. ¿El diagnóstico? Meningitis criptocócica. Los
médicos no le dieron esperanza a su familia y le dijeron a sus padres que
Martin ya era una persona en estado vegetal, que no tenía más inteligencia.
Solo les aconsejaron llevárselo a su casa y que le dieran amor y cariño hasta
su muerte.
Pero algo sostuvo a Martin durante mucho más
tiempo de lo que el pronóstico había estimado. Los años pasaban
mientras Rodney y Joan cuidaban a su indefenso hijo.
Lo vestían, lo alimentaban, lo bañaban y a diario lo dejaban en un centro
de cuidados especiales. Este agotador
ciclo continuó durante 10 años, tomando literalmente todo
el esfuerzo de sus padres. Joan llegó al punto de decirle a su hijo
“Ojalá te mueras”. Ella necesitaba sentir algún tipo de
alivio, ya que en su mente él ya había muerto para su madre.
Una enfermera de Martin, llamada Verna, empezó a notar un
cambio en él y estaba convencida de que él sí estaba teniendo muchos avances
como que era capaz de darle la mano a alguien. Los médicos y padres
estaban un poco incrédulos, pero decidieron apoyarlo y no perder las
esperanzas.
Su madre renunció a su trabajo y le enseñó, dentro de otras
cosas, cómo usar un joystick especial para el computador, hasta
que finalmente aprendió a utilizarlo. Una vez que lo logró, todo
cambió. Martin era ahora capaz de seleccionar palabras usando su
joystick. “Tengo frío. Estoy hambriento. Quiero brindar.” Estas
fueron sus primeras palabras de comunicación. Poco después, otras cosas
empezaron a regresar a él.
Durante 8 de los 12 años que se le
diagnosticó su enfermedad, Martin era invisible. Desde el
exterior, él no respondía, era todo un vegetal. Pero en el fondo, Martin
dijo que estaba al tanto de todo. “Yo estaba allí, no desde el
principio, pero cerca de a los dos años de mi estado vegetativo, empecé a
despertar.”
"Una historia conmovedora"
No hay comentarios:
Publicar un comentario